Te damos un ejemplo:
Una de las promociones más frecuentes es vender un producto o servicio existente a mitad de precio. Pero esto puede ser un problema por varios motivos:
1. El producto o servicio deja de ser rentable. Si tienes costes altos y poco margen de beneficio, vender tu stock, conocimiento o tiempo por menos de lo que vale no te compensa, por muchas ventas que consigas.
2. Aumenta el riesgo de enfadar a tus clientes actuales. A nadie le gusta pagar más si puede obtener lo mismo más barato. Una reducción de precio se puede percibir como injusto, pudiendo crear problemas de reputación y reducir el número de clientes recurrentes.
En vez de eso, ofrece un nuevo producto o servicio con precio especial de lanzamiento y después de Black Friday aumenta el precio. Es importante que te asegures de destacar que el mejor precio es ahora y que después subirá.
El resultado de esta estrategia es que el producto o servicio es rentable desde el inicio, los usuarios que te hayan comprado no se enfadan (y puede que hasta te compren de nuevo) y la subida de precio funciona como incentivo para adquirirlo en el momento.